Para mejorar la experiencia, confort y bienestar de los clientes de la hostelería madrileña, el proyecto NEMO hace un llamamiento especial a los dueños de bares y restaurantes de las calles más ruidosas de Madrid a participar, de manera gratuita, con esta iniciativa de investigación financiada con fondos europeos.

 

Investigadores especializados en calidad del aire y ruido

Un equipo de investigadores especializados en calidad del aire y ruido está buscando a propietarios de negocios que estén dispuestos a instalar una barrera vegetal de 70 cm en el lado de su terraza que dé a la zona de tráfico. El objetivo de esta propuesta es probar una nueva tecnología ambiental que pueda mejorar la experiencia de los clientes en estos espacios de restauración, servir de refugio del tráfico y la polución del aire e incluso reducir los niveles de ruido para los vecinos de la zona de la propia terraza.

Uno de los miembros del equipo de investigación, Nacho Riesco, director de investigación y desarrollo de la empresa de ingeniería acústica AUDIOTEC y miembro del proyecto NEMO, afirma que no siempre los clientes entienden por qué hacen una pausa y se marchan del establecimiento en vez de entrar al interior en cuanto los niveles acústicos aumentan. “El cliente se siente incómodo sin entender el nivel de ruido” señala. “Nosotros conocemos en profundidad el impacto del ruido, puede llegar a generar una sensación de intranquilidad y estrés, elevando la presión sanguínea y provocando malestar”.

Riesco comenta que esta situación ha adquirido cada vez más importancia en los clientes a raíz del COVID-19. “Antes de la pandemia, si querías tener una conversación más tranquila con un amigo, quizás acudías al interior del restaurante, ahora la gente está más en las terrazas, pero buscan la misma intimidad”.

Madrid es una de las ciudades piloto escogidas

Además, según comenta Francisco Verdugo, investigador de CARTIF, la parte vegetal de esta barrea está diseñada para depurar la polución del aire, Óxidos de nitrógeno (NOx) y material particulado, mediante su paso a través de la misma, consiguiendo así, una mejora en la calidad del aire del entorno.
“Por lo que sabemos, es la primera vez que se utilizará un sustrato para eliminar los NOx del aire, una sustancia química perjudicial para los pulmones, pero útil para el crecimiento de las plantas” señala José Fermoso Domínguez, investigador de CARTIF en Valladolid.

Madrid es una de las ciudades piloto escogidas para participar en el proyecto europeo NEMO. Su objetivo es lograr una reducción radical del ruido y de la contaminación del aire para mejorar la salud y el bienestar de la población.

El equipo de investigadores quiere saber qué restaurantes o bares estarían interesados en instalar gratis esta barrera. Para contactar con el proyecto visita: https://nemo-cities.eu/madrid

Construida básicamente a partir de madera, lana y con paredes verdes de plantas aromáticas, la barrera cuenta con cuatro elementos principales:

  • Una barrera acústica reductora de ruido de 2 metros de altura.
  • Un filtro natural que captura el humo del tráfico y contaminantes del aire mediante ventiladores silenciosos.
  • Una pared vegetal que complementa la captación de partículas contaminantes del tráfico y mejora el bienestar de los usuarios de la terraza.
  • Bancos integrados para sentarse o zonas de almacenamiento para el servicio del personal.

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